domingo, 15 de junio de 2008

La caída de una Potencia

En la historia, siempre hemos asistido a la contemplación de un imperio, una nación o mismamente una potencia en auge que gobernaba el mundo entero, estando el resto supeditados a las decisiones e intereses de este, y así lo hemos podido vivir y acontecer, como son el caso del Imperio Romano en la edad antigua, el imperio español bajo las órdenes de Felipe II en la edad media, o ya en la historia más reciente, el Imperio Inglés del siglo XIX.

El siglo XX, quizá, el siglo más importante de la historia de la humanidad, aunque si bien, no soy yo, el más indicado, para valorar esto, simplemente puedo decir, que dejamos este siglo con dos guerras mundiales, el descubrimiento de la energía atómica, o la invención del coche y el avión, sin mencionar las últimas tecnologías, como microprocesadores o la aplicación del láser en diferentes campos, así como el fenómeno de la globalización o la sociedad de la información.

Pues bien, como bien sabemos todos, el país que le tocó asumir el rol de potencia mundial durante este mencionado siglo, fue Estados Unidos, aunque siempre acechada por la Unión Soviética durante 45 años de guerra fría. La caída del muro de Berlín y con ella la Rusia Comunista hizo reafirmar el liderazgo de EE.UU.
Una potencia, con una abultada población de 250 millones de personas, la economía más desarrollada del planeta, y un estilo de vida, que hemos querido seguir en el resto del mundo, un estilo de vida capitalista, compuesto por el trabajo y el consumo.



Pero como toda potencia, esta algún día toca a su fin, y por lo que he contemplado en los últimos años, y más acentuadamente, últimos meses, la hegemonía de la que ha disfrutado este país comienza a disiparse de forma abrumadora.

Así algunos datos los ratifican, un país con una divisa, el dólar, que a día de hoy tiene un valor nulo en el mercado internacional, en mínimos históricos, obligando a la Reserva Federal a intervenir por primera vez en la historia, para apreciar una moneda, que llega a ser un símbolo nacional, o sino, ¿Quién no conoce el famoso símbolo del dólar? Sí, ese mismo que tiene una “ S “ con un palo cruzado de arriba – abajo, dando lugar a lo que todos conocemos como la $ del dólar.
El país que más petróleo consume del mundo, comienza a replantear la fabricación de sus coches, recurriendo a coches híbridos, de baja cilindrada, y no es de extrañar, mirando atrás, hace apenas diez años, un galón (para los menos familiarizados con las conversiones, 1 galón = 3,78 litros) no llegaba a costar ni tan siquiera un dólar. Pues bien, comenzamos la temporada estival 2008, con el galón por encima de los 4 dólares, veremos que americano tiene valor de ir al surtidor de gasolina a llenar su 4x4 con un depósito de 100 litros.

Todo esto último aquí mencionado, son, al fin y al cabo, los resultados de una mala gestión durante dos legislaturas por su ya famoso presidente, que pasará a la historia por ser el peor presidente, junto a Nixon, de los Estados Unidos.

Pero si vamos un poco más lejos, existen otra serie de problemas, que este país arrastra, no soluciona, y así los agrava con el paso del tiempo.
En Europa quisimos establecer el ya conocido, y criticado por algunos lunáticos, Estado de Bienestar. Aquél, en el cual el Estado facilita y ofrece las necesidades básicas para subsistir, y no en la miseria, a cualquier ciudadano. Hablamos de sanidad y educación pública a parte de subsidios de desempleo, pensiones, etc.

Con esto no quiero decir que EE.UU no disponga de algunas de estas coberturas, pero si hacer mención, de la carencia de la sanidad pública, un país dónde 45 millones de habitantes no disponen de seguro médico para acudir al doctor en caso de enfermedad o lesión.
Sorprende pensar, que el Estado no facilite este servicio o quiera asumir el gasto que conlleva la sanidad pública, pero si haya optado desde el año 2003, en hacer un gasto de 3 trillones de dólares, sí, TRI, Trillones de dólares (comienza a usar la notación científica, te ayudará a verlo mejor) en una guerra que no ha conducido más que al empobrecimiento del planeta, el encarecimiento de las materias primas como el petróleo y las injusticias que acarrear una guerra.

Ahora toca replantear, quién será la sucesora, ¿China, India, Japón, la UE en conjunto? Quién sabe, ninguna deja de ser candidata, pero tampoco repunta por encima de las demás como para agarrar la batuta del planeta, ¿será cierto aquello que dijo Marx? “El capitalismo se ahogará a sí mismo y con ello la revolución de las masas”, a mi ya me da que pensar esta mítica frase, el tiempo lo dirá…

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